UN YANKI pidió condición de REFUGIAD0 EN ARGENTINA POR PERSUCACIÓN DE LA CIA Y DEL FBI, A CAUSA DEL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS
UN YANKI PIDIÓ CONDICIÓN DE REFUGIADO EN ARGENTINA POR PERSECUCIÓN DE LA CIA Y DEL FBI, A CAUSA DEL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS
Reproducimos a continuación un nota publicada por el diario El Comercial de Formosa (http://www.elcomercial.com. ar/index.php?option=com_telam& view=deauno&idnota=100868& Itemid=116
), en la cual se detallan pormenores de un periodista que fue testigo
de los hechos del 11 de septiembre cuando las Torres Gemelas del World
Trade Center de Nueva York fueron destruidas.
A raíz de su condición, este periodista
estadounidense, cuya esposa e hijas son argentinas, fue perseguido por
la CIA, el FBI y la INTERPOL, solicitando la condición de refugiado en
nuestro país.
A continuación transcribimos la nota:
11-S-REFUGIADO: SONNENFELD, LOS OJOS DEL GROUND ZERO QUE EEUU QUIERE CERRAR
Buenos Aires, 8 de septiembre (Télam, por Horacio Raña).-
Pocos saben que el 11-S hubo un tercer edificio que se desmoronó en el
complejo del WorldTrade Center sin que un avión lo haya raspado
siquiera, o que las cuatro cajas negras de los aviones se "evaporaron"
mientras que cubiertas de las ruedas resistieron el fuego. Son muchas
las cosas que no tuvieron explicación oficial.
Estos
llamados de atención sobre cabos sueltos -y muchos más- no provienen de
una de las tantas películas que se hicieron sobre los atentados, sino
de un ex funcionario estadounidense, Kurt Sonnenfeld, única persona
autorizada a tomar imágenes del lugar para facilitarles a las cadenas
televisivas y al FBI y que terminó perseguido, torturado y con pedido de
refugio en la Argentina.
Sonnenfeld trabajaba desde hacía casi una década para la FEMA (Federal Emergency Managment Agency), el organismo encargado de intervenir en desastres naturales y no naturales que por su magnitud exceden la capacidad del estado en el que suceden. Esa mañana estaba durmiendo en su casa de Colorado, cuando recibió el llamado de su jefe, Joe Allbaugh, para que encienda el televisor.
Sonnenfeld trabajaba desde hacía casi una década para la FEMA (Federal Emergency Managment Agency), el organismo encargado de intervenir en desastres naturales y no naturales que por su magnitud exceden la capacidad del estado en el que suceden. Esa mañana estaba durmiendo en su casa de Colorado, cuando recibió el llamado de su jefe, Joe Allbaugh, para que encienda el televisor.
"Ahí
vi la Torre Norte con el humo saliendo y la CNN diciendo que `un
pequeño avión` se había estrellado", relató Sonnelfeld a Télam en la
casa de Barracas donde vive con su esposa Paula y sus mellizas Natasha y Scarlett, las tres argentinas.
"Mi
jefe me dijo que tenía que ir a Nueva York porque FEMA estaba
involucrada, algo que me pareció anormal sólo porque un avión pequeño se
estrellara contra un edificio. Cuando le pregunté la razón, me
respondió: `Estamos siendo atacados`. De alguna manera se adelantó a lo
que vendría", agregó el ex agente.
Para
tener una idea, la FEMA estaba involucrada en los hechos antes de saber
si se trataba de atentados, mientras que para un desastre de la
magnitud del huracán Katrina tardó 10 días en hacerlo. Pero no fue la
única cosa extraña que vio y averiguó Sonnenfeld en su condición de “camarógrafo exclusivo” en el Ground Zero.
Por
ejemplo, que en las semanas previas a los ataques hubo evacuaciones
inusuales e inesperadas de ambas torres o que cientos de agentes del
gobierno estaban posicionados en Nueva York el día 10, preparando un
"simulacro de ataque terrorista" que casualmente se llevaría a cabo el
día 12 y que oficiales de FEMA habían instalado ya su base de
operaciones cerca del World Trade Center.
"Lo que me sorprendió al llegar al lugar -recuerda Sonnelfeld-
fue que la escena del crimen estaba contaminada por la presencia de
enormes camiones. Estructuras metálicas, vigas de acero y material
similar fueron retirados para ser rápidamente vendidos a China para su
fundición como chatarra".
"Al día de hoy -sostuvo- prominentes científicos y estudiosos aún lamentan la perdida de tan vital evidencia".
Poco a poco las cosas comenzaron a reflejarse con mayor extrañeza, sobre todo para un experto como Sonnenfeld.
"Tengo fotos de contenedores del FBI en los que hay piezas rescatadas
de los aviones como la cubierta de una rueda, butacas, fuselajes y otras
partes que, siendo muy sensibles al fuego, sobrevivieron".
"Sin
embargo -agregó- ninguna de las cuatro cajas negras de los aviones
apareció jamás a pesar de estar construidas de un material que sobrevive
a casi todo. Las autoridades pusieron como excusa que las altas
temperaturas las habían desintegrado. La versión oficial explica en su
informe que se `evaporaron`, lo que no es creíble".
Otra cosa "rara" y de la que pocos hablaron, fue la caída del edificio 7.
"Al
lado de la Torre Sur estaba el edificio 6 que resultó con daños pero se
mantuvo en pie, pese al colapso de algunos pisos. Luego, a considerable
distancia, estaba el 7, al que no le pasó ni cerca un avión y sin
embargo, nueve horas después de los ataques, se vino abajo como las
Torres en tan sólo 6,5 segundos".
"La
versión oficial es que fue producto del calor del fuego. Sin embargo yo
tomé imágenes en donde se ve el edificio entero con tan sólo un par de
focos de incendio que jamás pudieron causar su destrucción”, precisó.
Respecto
al edificio 6, allí funcionaba la Casa de Aduana y había oficinas del
servicio secreto, el FBI y el ATF (Departamento de Alcohol, Tabaco,
Armas de Fuego y Explosivos) y de Inteligencia.
El subsuelo del edificio 6 era una gran área de seguridad para todas esas oficinas gubernamentales y funcionaba como una bóveda para guardar documentos secretos y evidencias de los organismos de seguridad y del gobierno de Estados Unidos.
La versión oficial fue que todos esos documentos y evidencias fueron destruidos por el fuego y los derrumbes. "Sin embargo -relata Sonnenfeld- entre los escombros yo llegué hasta esa bóveda y pude ver que estaba vacía. ¿Qué sucedió? ¿Habían sacado todo del lugar antes de los atentados, previendo lo que iba a pasar?".
El subsuelo del edificio 6 era una gran área de seguridad para todas esas oficinas gubernamentales y funcionaba como una bóveda para guardar documentos secretos y evidencias de los organismos de seguridad y del gobierno de Estados Unidos.
La versión oficial fue que todos esos documentos y evidencias fueron destruidos por el fuego y los derrumbes. "Sin embargo -relata Sonnenfeld- entre los escombros yo llegué hasta esa bóveda y pude ver que estaba vacía. ¿Qué sucedió? ¿Habían sacado todo del lugar antes de los atentados, previendo lo que iba a pasar?".
Incluso
más: seis meses después, en lo que consideró una "puesta en escena"
para los medios, se anunció que habían desbaratado una gran banda de
narcotraficantes y lavadores de dinero utilizando evidencia
milagrosamente recuperada del edificio 6.
No es difícil entender que Sonnenfeld,
la única persona en tener imágenes de casi todo lo que había sucedido
en el Ground Zero, se transformó en una molestia para el gobierno de George W. Bush. Comenzaron las amenazas y las violaciones domiciliarias hasta que llegó el infortunado hecho del suicidio de Nancy, su primera esposa.
Fue
detenido y torturado y acusado de homicidio. Todo cayó por el propio
peso de las pruebas, pero la situación se había tornado insostenible. El
ofrecimiento de venir a la Argentina a vivir en un departamento de un
conocido en San Bernardo fue la salida, aunque sólo por un tiempo.
Poco
antes del 11 de septiembre de 2004 fue detenido en su casa de Barracas
en un aparatoso operativo de Interpol por un pedido de extradición de
Estados Unidos que había reflotado la acusación de homicidio contra su
esposa. Estuvo preso siete meses en Devoto.
El juez Daniel Rafecas
rechazó dos veces el pedido de extradición, y ante las apelaciones de
Estados Unidos, fue la propia Corte Suprema la que en un hecho sin
precedentes decidió suspender el proceso.
Si lograra extraditarlo, Estados Unidos podría aplicarle hasta la pena de muerte, razón por la cual Sonnenfeld solicitó el estatus de refugiado y el gobierno argentino se lo otorgó, aunque por el momento de modo transitorio.
"Mi
situación está en manos de la CONARE (Comisión Nacional para
Refugiados), y es la que debe resolverla. La figura que me otorgaron
como amparo es `peticionante de refugio` que se va renovando
periódicamente. Pero es como estar con un pie descalzo", grafica Sonnenfeld con una preocupación que no precisa de interpretación alguna. (Télam).-
Publicado por Diario Pregón de La Plata en 9/11/2011 01:00:00 AM
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