Macri renovó su despacho y le hizo tres “limpiezas energéticas”
Cambios en la oficina del Presidente.Quitó los cuadros de los próceres y puso obras modernas. También hubo “purificación de energía” en Olivos.
Macri junto a su hija Antonia en el primer día en el despacho presidencial (Presidencia/J M Baiardi)
- Santiago Fioriti
- Editor sección El País
Mauricio Macri no
olvida el malestar que le impidió disfrutar de los primeros dos días en
su nuevo despacho. No le afectó solamente el gusto con el que estaba
decorado por Cristina Kirchner, que le pareció anticuado y ambientado
como un museo. Tenía un dolor de cabeza insoportable y ningún analgésico le hacía efecto.
En esas primeras horas en el poder, uno de sus funcionarios, con la
amistad suficiente como para tutearlo en momentos en que muchos ya
comenzaban a tratarlo de usted, le dijo:
- Quiero creer que lo primero que vas a hacer es limpiarlo, ¿no?
- Sí, quedate tranquilo: ya hay gente que se está ocupando de eso– contestó el Presidente.
- Sí, quedate tranquilo: ya hay gente que se está ocupando de eso– contestó el Presidente.
Nadie
pudo confirmar si por allí pasó su misteriosa guía budista (“la
maestra”, como la llama el publicista Joaquín Mollá), a la que sigue
frecuentando para meditar una vez por semana aún como primer mandatario.
Pero es una posibilidad dado el afecto que le tiene. Lo que sí pudo
saber Clarín es que al despacho presidencial se le hicieron tres “limpiezas energéticas”.
Lo mismo ocurrió en la Residencia de Olivos, donde se aceleran las
reformas para que, junto a Juliana Awada y su hija Antonia se vayan a
vivir entre febrero y marzo. Los procedimientos comenzaron en los
primeros días de la gestión y terminaron durante su ausencia en Buenos
Aires por el viaje a Davos.
Las fuentes se negaron a revelar qué tipo de procedimientos se realizaron para la “limpieza”, pero contaron que “fueron distintas técnicas”, algunas que tienen que ver con la religión y otras no. Lo que también modificaron fue la aromatización de la oficina. Ya no huele a vainilla y limón.
Durante la estadía
en Suiza del Presidente, al despacho le sacaron la mesa rectangular
donde Cristina solía mantener sus entrevistas y la reemplazaron por una
redonda, en la que ahora hay menos sillones. Allí, ayer, Macri dialogó
con Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy.
Pero la renovación
más notoria tiene que ver con los cuadros. Cristina había decorado las
paredes con imágenes de sus próceres preferidos, como José de San
Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Manuel Dorrego. En aquella
reforma de 2009, según informó entonces Oscar Parrilli, se habían
gastado 80 mil pesos. La ex Presidenta pasó a llamar su oficina “Hombres
y Mujeres de Mayo”. Esos cuadros ya no están.
Al nuevo
oficialismo no le agradaba el ambiente. “Parecía un museo. Ahora tiene
una imagen más moderna”, comentaban ayer en los pasillos de Balcarce 50
los pocos funcionarios que se iban enterando de las modificaciones.
Entre ellos, Alfonso Prat Gay y Francisco Cabrera, que tuvieron un buen
rato para charlar a solas mientras esperaban que llegara el Presidente
de su cita con los empresarios.
Los cuadros de los próceres fueron
corridos a un lado para ser sustituidos por obras más modernas, como
las del fallecido Luis Benedit, el pintor contemporáneo que coleccionaba
Amalia Lacroze de Fortabat. También hay una foto del Obelisco.
Los
cambios en el despacho son el primer paso de una amplia remodelación
que se realizará en la Casa de Gobierno. “Queremos renovar la estructura
edilicia. Nos hemos encontrado con una situación que no esperábamos.
Las cucarachas que aparecieron en la cocina son tema recurrente de
conversación”, cuentan en el Gobierno.
“Había una energía muy nociva en el edificio. Pero se notaba fuerte en el despacho de Mauricio”, dicen sus íntimos. Creer o reventar: desde la “limpieza energética” el Presidente no volvió a tener dolores de cabeza.
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