¡Argentina despierta!
Exhortación
Como Pueblo hemos estado enfermos, dementes o pervertidos. Hemos
perdido la espiritualidad, la decencia. Hemos perdido la nobleza y el
coraje. Hemos perdido la identidad del Ser Nacional. Hemos casi perdido
la República.
Hemos regalado el Alma al Diablo y casi en el
infierno, nos aferramos a un hacer que prostituido, pretende
convertirnos en despojos de la nada.
No culpemos a nadie de nuestro desatino. Nos han inducido a no hacer y dejar hacer.
No culpemos de ello a los gobiernos ni a las FFAA.
No culpemos de ello a las instituciones del país, ni a las academias ni a las asociaciones.
No culpemos de ello al periodismo ni a los políticos.
No culpemos de ello a los subversivos ni a los marxistas.
No culpemos de ello a las organizaciones obreras ni a las empresariales.
No culpemos de ello a las Iglesias ni a sus pastores.
No culpemos de ello a los padres ni a los hijos.
No culpemos de ello a los traficantes del vicio ni a los degradantes de la nacionalidad.
No culpemos a nadie... porque la culpa está en nosotros mismos.
Nada más que en nosotros, que en la vorágine de la perdición, desoímos
el Clamor y la Angustia de la Razón y la Experiencia de los Sabios, los
justos, los humildes, los Honestos, los Maestros de la Vida, los
Responsables, y nos dejamos arrastrar por la Soberbia y Petulancia de
los Ignorantes, la Contumacia de los Hipócritas, los Cínicos, los
Mentirosos, los Crueles, los Corruptos y Desalmados.
En Nosotros, que concientemente nos apartamos de los Códigos de la Espiritualidad y la Moral.
En Nosotros, que vulneramos constantemente las Disposiciones Legales.
En Nosotros que nada hicimos para aventar la desgracia que nos despedazó la Patria y pervirtió a sus habitantes.
En Nosotros que aceptamos la seudo-democracia de un libertinaje sin límites.
La Culpa está en Nosotros, que afirmamos y defendimos la instalación de
gobiernos subversivos, fraudulentos, anticristianos, vengativos y
corruptos.
En Nosotros que hemos preferido los graznidos
incoherentes de procaces y corrompidos dirigentes, en vez de la Voz
medular y prudente de la Sapiencia y la Decencia.
En Nosotros que consentimos todas y cualquier forma de Ofensa a la República y los Símbolos Patrios.
En Nosotros que nos sumamos a la denostación y vejación de las FFAA, que nos llevó a la indefensión militar de la Nación.
En Nosotros que aceptamos la cesión de nuestra Soberanía y el
enervamiento de los derechos de la Patria trocados por el rédito
personal de los infames traidores.
En Nosotros que hemos renunciado a
nuestros laureles, agraviando a los inmolados mártires de Malvinas y
todas nuestras luchas por la Patria.
El Mal reina porque se lo quiere, acepta y ampara.
El Mal se enseñorea porque se lo tutela jurídicamente.
El Mal se impone porque se lo legisla.
El Mal queda impune porque el pueblo lo legitima con su voto.
El Mal se proyecto porque es preferido al Bien Común, al Orden, a la Familia, a la Argentinidad, a la Patria y a Dios.
Inútil pretender regresar a los laureles, si el Pueblo no adquiere
conciencia de sus errores y de su directa responsabilidad por las
Vicisitudes e Infortunios de los que se quejó tardíamente.
Inútil
clamar al Cielo, si el Pueblo no contabiliza su propia frivolidad e
Inmoralidad en la integración de las infamias cometidas contra la
república.
Inútil invocar el Derecho de los Pueblos si no se
comprende que el materialismo que se ha elegido como norma de Vida ha
sido la perdición de muchos.
Medite el Pueblo.
Mediten las FFAA.
Mediten los Académicos e Intelectuales.
Mediten los Sabios y si pueden los Ignorantes.
Mediten los obreros, los empresarios y los sindicalistas.
Medite el periodismo.
Mediten las Iglesias
Mediten los persuadidos de que los libertarios delincuentes arrasarán con la corrupción.
Mediten los convencidos que los impenitentes dirigentes políticos pueden corregir las aberraciones.
Mediten los que confiaron en el democrático voto y han sido permanentemente engañados.
Medite la ciudadanía sobre su desapego por la república y su desamor por la Patria.
¡Asumamos todos nuestras culpas!
* Juan de Partos, anónimo encontrado en la documentación de Cóndor
Por Cóndor
Vcom (R) Horacio Ricciardelli
Presidente
“En defensa de la patria… todo es lícito menos dejarla perecer” Gral. José de San Martín
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