PERONISMO Y ENTRISMO
Para los viejos peronistas no es una novedad el entrismo efectuado en el Movimiento por izquierda y por derecha.
En el 70 fue por la radicalización donde sectores de izquierda penetraron con fuerza dentro del Movimiento.
En los 90, la derechización del modelo trajo el ingreso del otro extremo.
El fundador del peronismo estableció con claridad la tercera posición ideológica.
En
1972 la dictadura de Lanusse termina reconociendo al Partido
Justicialista porque se había prohibido el uso de las palabras
“nacional”, “argentina” o de cualquier apellido, descalificando con esto
la existencia del Partido Peronista.
En
la rueda de prensa de Davos, Macri pretendió darle a Sergio Massa un
papel superlativo, al presentarlo como el futuro conductor, no del
Partido Justicialista, sino del Partido Peronista.
La formación del presidente Macri, como muchos otros, le hace confundir el concepto de partido con el de movimiento.
Perón
no fundó un partido, fundó un movimiento revolucionario, para el cual
el partido es una simple herramienta electoral. El general jamás estuvo
afiliado al Partido Justicialista, su única afiliación fue al Partido
Peronista que Macri sabe que no existe. Pero para darle envergadura ante
los dueños del mundo allí reunidos, habló de peronista y no de
justicialista, para dar a entender que cualquier medida que él tome,
tiene el respaldo del peronismo.
No
solo esto no es real sino que además el compromiso de Sergio Massa con
el “gallego” José Manuel De la Sota, fue que el ex gobernador de Córdoba
iba a pelear la estructura del PJ mientras Massa dirigiría el Frente
Renovador con el PJ adentro.
Mientras
tanto, un Daniel Scioli que no termina de aterrizar pretende ser
candidato a senador, sostenido por parte del Justicialismo y acompañando
en un acuerdo del Frente para la Victoria a Cristina Fernández.
Macri
sabe esto y pretende que el Frente Renovador sea su respaldo ante lo
que avizora como deserción radical en las legislativas próximas. En el
PRO sostienen que “si el Frente Renovador pone dos senadores por la
provincia de Buenos Aires, nosotros ponemos uno, o viceversa”, tapando
la posibilidad de Scioli y de Cristina.
Varios
gobernadores quieren sostener a Gioja como candidato a presidente del
PJ, rompiendo con la Cámpora y haciendo alianzas de crecimiento futuro
incluso con el massismo.
Esto recién empieza.
Mientras tanto el kirchnerismo salió a afiliar y varios integrantes de Nuevo Encuentro se están reafiliando al PJ.
Para
mayo, Servini de Cubría convocará a elecciones nacionales del PJ. Y
todavía no surge ninguna figura en Buenos Aires que pueda ser el
candidato a presidir el partido provincial con chances.
En
el movimiento obrero el Momo Venegas tiene su partido político. Moyano
también. Y Barrionuevo dispone de Tercera Posición de Graciela Camaño.
Por lo cual los sindicalistas si no se les respeta el 33% irían por fuera del PJ.
Todo
esto conviene al gobierno, que sabe que si hubiera unidad de concepción
para la unidad de acción, el Movimiento estaría estructurado sin
desvelarse por la lucha partidocrática.
Las
autoridades del PJ hace rato que están en irregularidad y desde aquella
interna Menem-Duhalde, Cafiero-De la Sota, lo único que hubo después de
los entrismos fue incapacidad para la organización.
Así
como en el 90 los que llegaban de la Ucedé tenían cargos públicos, con
el kirchnerismo una gran cantidad de PC se ubicaron en puestos
determinantes.
De esta manera, una derecha y una izquierda sin votos lograron objetivos, desplazando a los propios peronistas.
El
activismo social, la agitación de sectores de izquierda, de
agrupaciones kirchneristas, el descontento sindical y la inflación
pueden activar, después de marzo, un panorama que acelere situaciones
impensadas.
Mientras tanto las paritarias y la coparticipación de las provincias jugarán una batalla central.
Mientras
algunos aguardan que varios candidatos de la interna queden fuera de
carrera por cuestiones judiciales, otros piensan que nuevos actores
sociales se pueden incorporar a la escena futura.
Perón
creó un Movimiento. El Movimiento se mueve, es revolucionario, está en
actividad. La Revolución Francesa dejó la partidocracia, los partidos
parten, fragmentan, dividen. Son lo opuesto al Movimiento.
El Movimiento Peronista está intacto. No hay que confundirlo con la partidocracia.
A
doscientos años de la Independencia Nacional y a sesenta y nueve años
de la Independencia Económica, el peronismo sigue firme en la búsqueda
de una Patria Justa, Libre y Soberana.
De
los movimientistas depende ahora que los partidocráticos no sigan
usando al peronismo, por lo cual hay que trabajar, vigilar y activar
ante las nuevas maniobras fraudulentas que puedan estar organizando para
seguir confundiendo y entregando la conducción partidaria a los
entrismos o a los simples ladrones de ilusiones.
Hasta la próxima.
MIGUEL ANGEL DE RENZIS
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