200 AÑOS ATRÁSSan Martín, padre del Bicentenario: Fue difícil decir Libertad
El
Congreso de Tucumán abrió sus sesiones el 24/03/1816 (¿merecerá algún
festejo nacional en 2016?). Se alquiló una casa de Francisca Bazán de
Laguna, y se reunieron 33 congresales: 18 eran abogados, 9 sacerdotes y 2
frailes todos católicos apostólicos romanos, en representación de 14
provincias: 11 hoy día de la Argentina y 3 de la actual Bolivia (¿cómo
es que se perdió ese territorio en el camino?). No estuvieron ni la
Banda Oriental (Uruguay) ni las provincias que seguían a José Gervasio
Artigas, la Liga de los Pueblos Libres. En cuanto a Paraguay, hacía años
que se autoconsideraba una república. El 1er. mes fue caótico, hasta
que se resolvió integrar una comisión formada por Esteban Agustín Gascón
(Buenos Aires), Teodoro Sánchez de Bustamante (Jujuy) y José Mariano
Serrano (Charcas), que elabordó y ordenó una agenda. José de
San
Martín ejerció influencia y presión sobre el Congreso. Uno momento
decisivo fue cuando se designó a Juan Martín de Pueyrredón, quien era
congresal por San Luis, como director supremo. Pueyrredón era del mismo
grupo masónico que San Martín. Martín de Güemes exigía que fuese elegido
José Moles, congresal por Salta. Una crisis que cesó con Moldes preso y
destituido. Es interesante recordar aquellos acontecimientos de hace
200 años. Ricardo De Titto lo abordó en su texto "Las 2 Independencias
Argentinas - Sus protagonistas" (Editorial El Ateneo), y aquí un
fragmento ilustrativo de qué estaba en juego:
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Sin Declaración de la Independencia, no había campaña libertadora a Chile y Perú.
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por RICARDO DE TITTO
Desde Cuyo, donde es gobernador y
alista el Eército de los Andes en el campamento de El Plumerillo, el
papel de José de San Martín durante las deliberaciones del Congreso es
decisivo. Con las limitaciones del caso sigue las cuestiones día a día.
Uno de sus interlocutores -y representantes- es el diputado por Mendoza,
Tomás Godoy Cruz, con quien tiene gran confianza: es su "amigo y
paisano más apreciable y querido".
La serie de misivas que le envía
en el primer semestre de 1816 atestiguan que el Libertador "está en
todo" y da línea e instrucciones de modo sistemático. Su insistencia en
que se declarara la independencia tiene una razón práctica muy sencilla:
el plan de la campaña libertadora carecía de sentido si no se la hacía
sobre las espaldas de un país independiente. En efecto, la bandera a
portar al lanzarse al cruce de los Andes debía ser la de la
independencia de América y, para eso, era imprescindible que las
Provincias Unidas concretaran esa declaración.
Esa era la razón de ser del Congreso de Tucumán y ese es el motivo de
sus reuniones con Belgrano, con Pueyrredón y de su exitosa mediación
entre Rondeau y Güemes.En enero de 1816, San Martín tiene algunos problemas de salud que lo obligan a permanecer casi 20 días en cama. En esos días, ya han llegado a Tucuman algunos de los diputados y, entrre ellos, Godoy Cruz. El 19 de enero le escribe:
"¿Cuánto empiezan ustedes a
reunirse? Por lo más sagrado, le suplico haga cuantos esfuerzos quepan
en lo humano para asegurar nuestra suerte; todas las provincias están en
expectación esperando las decisiones de ese congreso: él solo puede
cortar las desavenencias (que según este correo) existen en las
corporaciones de Buenos Aires".
El 24 vuelve sobre el tema: "¿Cuándo se juntan y dan principio a sus
sesiones? Yo estoy con el mayor cuidado sobre el resultado del congreso y
con más si no hay unión íntima de opinión".San Martín piensa también que el Congreso deberá tomar decisiones en varios aspectos. Ha tenido fuertes roces con el gobierno de Córdoba, que ha mostrado simpatías hacia el artiguismo y desconfía de las iniciativas del Protector. En realidad, la repugna la idea federal a la que considera disociadora y un escollo para su campaña libertadora y la unidad militar de acción y de esfuerzos. En carta a Godoy el 24 de febrero, fija claramente su posición respecto de la cuestión, que una constitución debía discutir y establecer: "Me muero cada vez que oigo hablar de federación. ¿No sería más conveniente trasplantar la Capital a otro punto, cortando por este medio las justas quejas de las provincias? ¡Pero federación! ¡Y puede verificarse! Si en un gobierno constituido y en un país ilustrado, poblado, artista, agricultor y comerciante, se han tocado en la última guerra entre los ingleses (hablo de los americanos del Norte) las dificultades de una federación, ¡qué será de nosotros que carecemos de aquellas ventajas? Amigo mío, si con todas las provincias y sus recursos somos débiles, ¿qué nos sucederá aislada cada una de ellas?". Sus ideas son similares a las planteadas por Bolívar. en su famoso Discurso de la Angostura, de principios de 1819, y con más camino recorrido, el venezolano había sido taxativo: "Abandonemos las formas federales que no nos convencen", idea que ya había anticipado en su también célebre Carta de Jamaica, de septiembre de 1815, cuando Artigas estaba en el punto más alto de su popularidad y poder. El modelo político de Bolívar coincide con el que pregonan Belgrano, Pueyrredón y San Martín: "No convengo en el sistema federal entre los populares (...) por ser demasiado perfecto y exigir virtudes y talentos políticos muy superiores a los nuestros. (...) En tanto que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes que distinguen a nuestros hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina".
El "inglés americano y el
americano español", concluía en 1819, no son asimilables, y subraya:
"Una gran monarquía no será tan fácil consolidar; una gran república,
imposible".
En coincidencia con los conceptos de la logia continental, San Martín
reafirema que su modelo uniterio necesita de un liderazgo claro. San
Martín suma su voto por Belgrano, porque "es el más metódico de los que
conozco en nuestra América, lleno de integridad y talento natural; (...)
créame usted que es lo mejor que tenemos en América del Sur".
El Congreso inicia sus sesiones
el 24 de marzo, con 21 diputados presentes; otros 12 arribarán en los
días siguientes hasta completar los 33 definitivos. Según parece, San
Martín suponía un trámite más expedito y, al pasar los días, manifiesta
su preocupación. El 12 de abril exige definiciones:
"Mi amigo el más apreciable:
¡Hasta cuándo esperamos declarar
nuestra Independencia! ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula
acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer
la guerra al sobrano de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos
falta más que decirlo? Por otra parte ¡qué relaciones podremos emprender
cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de
insurgentes, pues nos declaramos vasallos. (...)
¡Ánimo, que para los hombres de
coraje se han hecho las empresas! Veamos claro, mi amigo; si no se hace,
el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo este la
soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es
decir, a Fernandito".
Godoy Cruz le responderá que la declaración "no es soplar y hacer botellas"...
En Buenos Aires, las fuerzas
militares desconocen al director Álvarez Thomas y la Junta de
Observación -que cambia sus miembros porque varios de ellos han viajado a
Tucumán- nombra en su reemplazo al brigadier Antonio González Balcarce.
El Congreso, por su lado, opta por designar un director supremo
titular, y en los primeros días de mayo nombre al coronel mayor Juan
Martín de Pueyrredón. De hecho, la elección de Pueyrredón, diputado por
San Luis -de la Intendencia de Cuyo, subrayamos- es otro triunfo de la
política tejida por San Martín: Mayocchi comenta que "al recibirse en
Mendoza la noticia de la elección, se la celebró con festejos e
iluminaciones". Tras aceptar el cargo, Pueyrredón, aún en camino, avisó a
Balcarce que debería limitar sus atribuciones, actuando en carácter de
delegado y ciñéndose "a cumplir las resoluciones que se le comunicasen".
El 29 de mayo, el Congreso
decidió conformar una comisión para que propusiera un plan de trabajo.
El proyecto se aprobó en junio y en la sesión del 9 de julio se escogió
como primer tema a considerar enseguida el tema prioritario y se
proclamó la independencia de las Provincias Unidas. San Martín recibió
la gran noticia en Córdoba, durante su reunión con Pueyrredón. Le
escribió nuevamente a Godoy Cruz el 16 de julio:
"Ha dado el Congreso el golpe
magistral con la declaración de la independencia; solo habría deseado
que al mismo tiempo hubiera hecho una pequeña exposición de los justos
motivos que tenemos los americanos para tal proceder; est nos
conciliaría y ganaría muchos afectos en Europa. (...)
La maldita suerte no ha querido el que yo me hallase en mi pueblo
para el día de la celebración de la Independencia. Crea usted que
hubiera echado la casa por la ventana. (...)".
Apenas llegado a Buenos Aires,
Pueyrredón crea en el aspecto formal el "Ejército de los Andes",
organiza su estado mayor y San Martín es investido por el Congreso con
el nuevo título de capitán general. El gobernador de Cuyo delega
entonces el mando político en el coronel Toribio de Luzuriaga, "a fin de
concentrar en sus manos la plenitud de facultades políticas y militares
de un jefe expedicionario en tierra lejana".
El lplan político y militar de San Martín toma cuerpo de forma definitiva.
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Una deuda que Londres nunca honró febrero 10, 2012 By Moisés Resnick Brenner La presidente Cristina Fernández de Kirchner pidió con fuerza ante la Asamblea General de la ONU que se cumpla con alguna de las diez resoluciones sobre Malvinas, por no enumerar las 29 resoluciones del Comité de Descolonización, y agregó que, pese al interés argentino en el diálogo, el tiempo transcurre y se nos están sustrayendo ilícitamente recursos naturales en las islas por parte de Gran Bretaña, lo que nos obligará a romper acuerdos bilaterales firmados en 1999. Mientras el Comité de Descolonización vuelve a instar a las partes a negociar por Malvinas, los británicos no sólo incumplen esa disposición sino que su primer ministro, David Cameron, afirmó: “Punto final y final de la historia”; lo que llevó al gobierno argentino a denunciar un “aumento de la hostilidad británica” ante la ONU. Este rechazo inglés entronca, por lo abusivo, con el desconocimiento de sus compromisos fina...
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