En un acto con jueces, el Papa afirmó: "La Iglesia debe meterse en la gran política"
Francisco compartió con magistrados de todo el mundo un encuentro sobre trata de personas y crimen organizado. Hizo un llamado a "no caer en la telaraña de la corrupción"
y dijo saber que sufren "presiones y amenazas". Viajaron Ricardo
Lorenzetti, Servini de Cubría y Sebastian Casanello, entre otros
Encabezados por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, una veintena de jueces y fiscales argentinos viajaron al Vaticano, invitados por el papa Francisco,
para participar entre hoy y mañana de un seminario sobre trata de
personas y crimen organizado, auspiciada por la Academia Pontificia de
Ciencias Sociales.
El encuentro, del que
participarán unos 100 expositores del mundo y veedores de 30 países, se
desarrolla en la Casina Pío IV, sede de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, e incluye un encuentro con el Sumo Pontífice.
Por
la Argentina, además del ministro Lorenzetti, expondrán los jueces
federales Ariel Lijo, Sebastián Casanello, Sergio Torres, Julián
Ercolini y María Romilda Servini de Cubría, entre otros. Asimismo,
participarán el jefe del partido Bien Común y legislador porteño,
Gustavo Vera, y el secretario general del gremio de trabajadores
judiciales, Julio Piumato.
"No cabe el adagio de la Ilustración, de que la Iglesia no deba meterse en política"
El
obispo argentino, Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la academia
pontificia, explicó en la convocatoria que el propósito es "saber cómo
los jueces encaran el problema de la trata sexual, del trabajo esclavo,
de la venta de órganos, del narcotráfico y del crimen organizado".
También
buscan conocer "cómo los sistemas judiciales podrían incorporar mejor
nuestros valores humanitarios y cómo la formación de capacidades podría
hacer que los jueces, además de condenar a los responsables, pongan más
atención en las necesidades de las víctimas". "Se trata de salvar
víctimas de la esclavitud y del crimen organizado, y de obtener la paz
social", manifestó Sánchez Sorondo.
Al cabo de las exposiciones, el Papa brindó un discurso en el que agradeció la tarea de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. "Renuevo
la expresión de mi estima por vuestra colaboración para contribuir al
progreso humano y social", dijo y remarcó su "noble servicio a la
humanidad".
"La iglesia está llamada a comprometerse. No cabe el adagio de la Ilustración, de que la Iglesia no deba meterse en política. La Iglesia debe meterse en la gran política", añadió. La afirmación mereció un sonoro aplauso.
En un mensaje a los jueces y funcionarios judiciales que participan del evento, dijo: "Yo sé que ustedes sufren presiones, amenazas, y sé que hoy día ser juez, ser fiscal, es arriesgar el pellejo.
Y eso merece un reconocimiento a la valentía de aquellos que quieren
seguir siendo libres en el ejercicio de su función jurídica", dijo.
Según el pontífice, "sin esta libertad, el poder judicial de una nación se corrompe y siembra corrupción".
Llamó a los magistrados a "realizar su labor esencial, la de restablecer la justicia sin la cual no hay orden ni paz social". En este sentido, indicó que, "sin duda, uno de los más grandes males sociales es la corrupción en todos los niveles", ya que "debilita cualquier Gobierno, la democracia participativa y la justicia".
Llamó a los magistrados a "realizar su labor esencial, la de restablecer la justicia sin la cual no hay orden ni paz social". En este sentido, indicó que, "sin duda, uno de los más grandes males sociales es la corrupción en todos los niveles", ya que "debilita cualquier Gobierno, la democracia participativa y la justicia".
"Uno de los más grandes males de hoy es la corrupción en todos los niveles,
que debilita a cualquier gobierno, la democracia participativa y la
actividad d de los jueces. A ustedes les corresponde hacer justicia y
les pido una especial atención en hacer justicia en el campo de la trata
y el tráfico de personas, y frente a esto y el crimen organizado les
pido que se defiendan de caer en la telaraña de corrupciones", indicó.
"No hay pena válida sin esperanza. Una pena clausurada en sí misma que no dé lugar a la esperanza es una tortura"
En
ese sentido, llamó a tratar de reinsertar: "No hay pena válida sin
esperanza. Una pena clausurada en sí misma que no dé lugar a la
esperanza es una tortura, no una pena. En esto me baso para afirmar la
postura de la iglesia contra la pena de muerte".
Agenda
Será
mañana el día donde habrá muchos expositores de la Argentina.
Comenzarán a las 8:30 con la presentación de Lorenzetti sobre "El rol de
la Corte Suprema de la Argentina en materia de narcotráfico".
A
continuación disertarán los fiscales Eduardo Adler, Marcelo Colombo,
Diego Luciani y Claudio Kishimoto y los jueces Casanello, Ercolini,
Servini de Cubría, Torres, Lijo, Carlos Vera Barros y Miguel Abásolo.
Dará
también su testimonio la responsable del juzgado federal del Chaco,
Zunilda Niremperger, quien investigó uno de los contrabandos de cocaína
más grandes de la Argentina a Europa y reveló que el año pasado fue
objeto de un intento de coima de 4 millones de dólares.
A solas
Trascendieron
versiones sobre un posible encuentro entre el papa Francisco y el juez
federal Sebastián Casanello, quien tiene en su despacho varias causas
sensibles como la investigación a Lázaro Báez por lavado de dinero, al
presidente Mauricio Macri por los Panamá Papers y la tragedia en la
fiesta electrónica Time Warp.
En una improvisada rueda de prensa al margen del encuentro de jueces y fiscales, Casanello habló con la prensa pero prefirió "no confirmar ni desmentir"
el encuentro y solo se limitó a destacar la invitación a la cumbre. "El
apoyo del Papa es crucial y es un honor para nosotros concurrir
invitados por él. Como líder espiritual y como jefe de un Estado, y por
el mensaje y la extensión del mensaje que está dando, sin dudas es un
apoyo para el trabajo cotidiano de todos nosotros y para el
fortalecimiento de las instituciones de la Argentina y del resto del
mundo", señaló.
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