
La inexplicable estrategia de Cristina, negar toda relación con Báez
“No soy socia, ni menos amiga”, así se refirió Cristina Kirchner a
Lázaro Báez, durante su declaración ante el juez Julián Ercolini.
La ex mandataria fue categórica al negar su vínculo con el empresario santacruceño presidente de Austral Construcción, una de las empresas más favorecida con adjudicaciones de obras públicas durante la gestión K.
“Es ridículo pensar que un gobierno es una asociación ilícita”, afirmó. También sostuvo que “hay una persecución política” en su contra, “como ocurre en Brasil”, agregó.
Sin embargo, las pruebas desmienten gran parte del discurso de Cristina. Las relaciones comerciales entre los Kirchner y los Báez fueron muchas y de larga data: dejando de lado el escándalo de la obra pública, en conjunto realizaron varios negocios inmobiliarios y el empresario administró los hoteles de la ex familia presidencial durante años.
Los rumores dicen que Cristina no se llevaba bien con Lázaro y que la relación personal de éste último era con Néstor. Sin embargo, la relación comercial que la ex mandataria trató, torpemente, de negar es imposible de ocultar.
Austral Construcciones también fue la empresa con la que Máximo Kirchner, en 2008, acordó la finalización del hotel Los Sauces, ubicado en El Calafate, al lado de la residencia de la familia. a cambio, Cristina debía cederle un terreno como forma de pago, cosa que, según Clarín, nunca pasó.
Los negocios inmobiliarios entre los Báez y los Kirchner fueron muchos. El empresario alquilaba varias propiedades a los ex mandatarios. El caso más conocido es el de los hoteles manejados a través de la cadena Hotesur S.A., hoy en día investigada por presunto lavado de dinero.
Pero Báez administraba otros hoteles del los Kirchner, menos conocidos: “Las Dunas” y “La Aldea” de El Chaltén. El negocio se realizó a través de la gerenciadora “Valle Mire”, propiedad del empresario. El contrato de alquiles del primero fue publicado hoy por Diario Clarín.

En el 2014 el juez Claudio Bonadio allanó la inmobiliaria de Máximo Kirchner y secuestró varias carpetas que prueban los numerosos negocios que mantenían ambas familias. También se constató el alquiler de varias propiedades de Báez por la empresa del hijo de Cristina.
Una de las pruebas más recientes fue presentada por la diputada Margarita Stolbizer y su abogada Silvina Martínez, y publicada por Clarín. Se trata de un campo que, hasta el pasado 16 de mayo, era compartido en partes iguales por Lázaro y por Cristina.
Ese día la propiedad tampoco dejó de pertenecer a la familia Kirchner, sino que Cristina le cedió su parte a sus hijos, Florencia y Máximo. De esta manera, la ex presidenta intenta negar un vínculo evidente y fácilmente comprobable.
Los fiscales Pollicita y Mahiques, en uno de los dictámenes presentados ante Ercolini, citan, a modo de ejemplo, varias transacciones realizadas entre los Kirchner y Austral, por compraventa de inmuebles, principalmente, en Santa Cruz. De esta manera, resulta muy extraño que Cristina quiera negar un vínculo que puedo comprobarse mediante un centenar de documentos y contratos.
Por su parte, el abogado del dueño de Báez, Santiago Viola, salió esta mañana a responderle a Cristina: “El tema de la amistad es una apreciación personal y cada uno decide de quién es amigo, pero en cuanto a lo de socios creo que hay varias constancias en los expedientes de que tenían cosas en común”.
Entrevistado por Luis Majul en Radio La Red, el letrado ratificó que “hay muchos negocios en común” y consideró “raros” los dichos de la ex mandataria.
Asimismo, en su declaración Cristina no apuntó directamente contra Báez, sino que desvió la atención y apuntó duramente contra el gobierno de Mauricio Macri por presuntas irregularidades en el financiamiento del soterramiento del Sarmiento y por incluir a Juan José Aranguren en el Gabinete.
“Habían sido empleados o ejecutivos de sus empresas o CEOs de otras empresas que tienen intereses encontrados con los del Estado nacional. Podemos decir entonces que estamos ante una organización criminal también”, dijo al respecto.
La ex mandataria fue categórica al negar su vínculo con el empresario santacruceño presidente de Austral Construcción, una de las empresas más favorecida con adjudicaciones de obras públicas durante la gestión K.
“Es ridículo pensar que un gobierno es una asociación ilícita”, afirmó. También sostuvo que “hay una persecución política” en su contra, “como ocurre en Brasil”, agregó.
Sin embargo, las pruebas desmienten gran parte del discurso de Cristina. Las relaciones comerciales entre los Kirchner y los Báez fueron muchas y de larga data: dejando de lado el escándalo de la obra pública, en conjunto realizaron varios negocios inmobiliarios y el empresario administró los hoteles de la ex familia presidencial durante años.
Los rumores dicen que Cristina no se llevaba bien con Lázaro y que la relación personal de éste último era con Néstor. Sin embargo, la relación comercial que la ex mandataria trató, torpemente, de negar es imposible de ocultar.
Austral Construcciones también fue la empresa con la que Máximo Kirchner, en 2008, acordó la finalización del hotel Los Sauces, ubicado en El Calafate, al lado de la residencia de la familia. a cambio, Cristina debía cederle un terreno como forma de pago, cosa que, según Clarín, nunca pasó.
Los negocios inmobiliarios entre los Báez y los Kirchner fueron muchos. El empresario alquilaba varias propiedades a los ex mandatarios. El caso más conocido es el de los hoteles manejados a través de la cadena Hotesur S.A., hoy en día investigada por presunto lavado de dinero.
Pero Báez administraba otros hoteles del los Kirchner, menos conocidos: “Las Dunas” y “La Aldea” de El Chaltén. El negocio se realizó a través de la gerenciadora “Valle Mire”, propiedad del empresario. El contrato de alquiles del primero fue publicado hoy por Diario Clarín.

En el 2014 el juez Claudio Bonadio allanó la inmobiliaria de Máximo Kirchner y secuestró varias carpetas que prueban los numerosos negocios que mantenían ambas familias. También se constató el alquiler de varias propiedades de Báez por la empresa del hijo de Cristina.
Una de las pruebas más recientes fue presentada por la diputada Margarita Stolbizer y su abogada Silvina Martínez, y publicada por Clarín. Se trata de un campo que, hasta el pasado 16 de mayo, era compartido en partes iguales por Lázaro y por Cristina.
Ese día la propiedad tampoco dejó de pertenecer a la familia Kirchner, sino que Cristina le cedió su parte a sus hijos, Florencia y Máximo. De esta manera, la ex presidenta intenta negar un vínculo evidente y fácilmente comprobable.
Los fiscales Pollicita y Mahiques, en uno de los dictámenes presentados ante Ercolini, citan, a modo de ejemplo, varias transacciones realizadas entre los Kirchner y Austral, por compraventa de inmuebles, principalmente, en Santa Cruz. De esta manera, resulta muy extraño que Cristina quiera negar un vínculo que puedo comprobarse mediante un centenar de documentos y contratos.
Por su parte, el abogado del dueño de Báez, Santiago Viola, salió esta mañana a responderle a Cristina: “El tema de la amistad es una apreciación personal y cada uno decide de quién es amigo, pero en cuanto a lo de socios creo que hay varias constancias en los expedientes de que tenían cosas en común”.
Entrevistado por Luis Majul en Radio La Red, el letrado ratificó que “hay muchos negocios en común” y consideró “raros” los dichos de la ex mandataria.
Asimismo, en su declaración Cristina no apuntó directamente contra Báez, sino que desvió la atención y apuntó duramente contra el gobierno de Mauricio Macri por presuntas irregularidades en el financiamiento del soterramiento del Sarmiento y por incluir a Juan José Aranguren en el Gabinete.
“Habían sido empleados o ejecutivos de sus empresas o CEOs de otras empresas que tienen intereses encontrados con los del Estado nacional. Podemos decir entonces que estamos ante una organización criminal también”, dijo al respecto.
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