Tomás Abraham: "La Argentina de Macri es un país muy gris"
El filósofo concedió una entrevista en la que se refirió a la situación de Venezuela, al gobierno de Mauricio Macri y a la izquierda argentina, entre otros temas
En vísperas de la llegada de El deseo de revolución -su último libro- a las librerías, el filósofo Tomás Abraham
concedió una entrevista en la que, con la agudeza y frescura que lo
caracteriza, analizó la acuciante crisis venezolana, la situación
política argentina bajo el gobierno de Mauricio Macri y el lugar de la
izquierda y el socialismo argentinos en la actualidad, entre otros
temas.
Sobre el caso venezolano, donde 105 personas han muerto desde que
comenzaron las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro, Abraham
sostuvo que "más allá del desastre de lo que está pasando (una especie
de guerra civil), Venezuela es el resultado de una grieta que se va
ensanchando a los hachazos".
"Venezuela perdió su referente, Hugo Chávez, y quedó a la deriva.
Comenzaron las protestas, el levantamiento", afirmó, y sostuvo que tras
la muerte de su caudillo, "el chavismo es una especie de deseo
revolucionario que no tiene referente, que no tiene modelo de sociedad a
construir". "El ideal revolucionario de origen leninista, maoista y
castrista se agotó", añadió.
Consultado sobre su visión de la actualidad local, el filósofo
consideró que "la Argentina de Macri es un país muy gris". "No hay nada
descollante. Hay mucha gente decepcionada, mucha gente que lo apoyó. Es
un gobierno débil, que anunció cosas que no acontecieron. Es un gobierno
que dialoga, que no es fanático, que no tiene energía", explicó pero
advirtió que "Argentina es un país que tiene complicaciones
estructurales muy complejas para cualquier gobierno. Esto no es un
asunto de gobierno, es un asunto de Estado".
Sobre la coalición de gobierno, Cambiemos, Abraham destacó el lugar de
Elisa Carrió: "Lilita por ahora no sabotea a Macri, aunque sí a los que
están a su alrededor. Es una mujer necesaria dentro de la política
argentina. Jamás va a gobernar nada porque no es su tarea. Su tarea es
la denuncia y hay denuncias que son necesarias".
Respecto del lugar de la izquierda en el sistema político, hizo un
diagnóstico lapidario: "Yo no sé muy bien qué es la izquierda argentina
hoy. Está representada por algunos sectores kirchneristas, troskistas…
Son sectores reaccionarios, que no tienen altura ni cultural ni
ideológica".
En ese marco, Abraham analizó la decadencia del kirchnerismo: "Su talón
de Aquiles fue cultural: se apropió de una época trágica de la historia
argentina y la hizo bandera. Eso fue un desastre. Fue una falta de
respeto hacia el pasado. Fue un uso y abuso de una época que fueron los
años 70, que tildó a la guerrilla de juventud maravillosa con total
frivolidad e irresponsabilidad".
Sobre el Partido Socialista, del cual fue en algún momento un
prominente militante, el filósofo explicó que tomó distancia después de
2011: "Vi la falta de ideas. El socialismo no tiene ninguna importancia.
El país les queda grande. No pasa nada con el socialismo. Hay líderes
transparentes pero no alcanzan".
"El peronismo es un salvoconducto que reúne a mucha gente que quiere
trepar al poder, que quiere estar en el poder, que quiere muchos
contactos con el poder… pero hace mucho que no existe como movimiento político.
Tenemos tenemos muchos peronistas: desde Scioli a Francisco De Narváez,
tenemos a Kicillof. El peronismo muestra su enorme estancamiento
cultural y político… Pero es un recuerdo que da votos", analizó.
Por último, Abraham concluyó su entrevista con Radio Mitre con
una elocuente reflexión sobre su relación con el país: "De Argentina me
entusiasma todo. Vivir acá me entusiasma. En otros lugares hago
turismo. Acá tengo pasión, tengo bronca, acá amo, acá tengo familia, acá
me rebelo, acá escribo un libro".
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